Controlas un cañón retrofuturista que lanza extraterrestres famélicos. Tu objetivo es dar con uno de estos extraterrestres en una manzana que, con sus dos enormes ojos, parpadea impasible. Lo cierto es que el punto de partida de ‘Shoot de apple’ no es lo que se dice una cosa vulgar; recuerda, en cierto sentido, a los primeros juegos de las recreativas, donde se aceptaba sin preguntas que unos niños exploradores dispararan a bolas gigantes alrededor del mundo o que una pareja de gemelos sonrientes viajara con sus aspiradoras absorbiendo a monstruos por todo el planeta. Eran otros tiempos.

Pero como pasa con la moda o con la música, las tendencias son cíclicas y lo que hace unos años era de una simpleza jurásica hoy se ve con fantasía sencilla, libre de artificios, que permite un disfrute sin ambages de una buena mecánica de juego. Cuando la mecánica es buena, naturalmente. Y ése es el caso de ‘Shoot de apple’.
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