Está claro que Sony está en crisis y necesita mantener el liderato en la división de videojuegos como sea. Playstation es su marca más popular y ayer mismo se presentó su cuarta versión, Playstation 4.

Tras la presentación quedó un buen sabor de boca algo amargo, pues se habló de todo, pero no se enseñó cómo iba a ser la consola. Vamos a descubrir sus principales rasgos.

Andrew House, uno de los máximos mandatarios de Sony la presentó como una consola creada por creadores de videojuegos para los jugadores:

El salón ya no es el centro de la PlayStation, es el jugador. Ahora la conectividad entre dispositivos es lo que demanda un usuario en constante movilidad. Esencialmente, la nueva PS4 va a dar valor añadido al binomio sofá-televisión pero trata de mirar más a las posibilidades fuera del hogar.

¿Y esto qué quiere decir? Que podremos jugar con nuestra consola en cualquier parte y con cualquier dispositivo. ¿Con qué intención? Competir contra los juegos de móviles y tabletas, que cada vez les están quitando más cuota de mercado.

Pocas sorpresas y novedades

Así la máxima novedad es que podremos controlar el dispositivo electrónico desde el teléfono o la tableta, algo que ya hacía Xbox 360, pero con una integración total.

Playstation 4 tendrá 8 gigas de memoria y funcionará con un nuevo mando con panel táctil, que ya se filtró hace días. Por otra parte incorpora una cámara muy similar a Kinect.

Como novedad, PS4 incorporará un procesador secundario que permitirá descargas simultáneas a la vez que se juega: con ello se pretende ganar velocidad. De hecho, el objetivo final es ofrecer juegos en tiempo real por Internet, que además se puedan transferir al momento entre PS4 y PS Vita. Como decíamos: integración.

Está claro que esta consola va a ser fundamental para el futuro de Sony. Si va bien, podría arrastrar al resto de divisiones de la empresa, como la de televisores, que prácticamente está en bancarrota. Veremos si lo consigue.

Eso sí, nos quedamos sin ver la consola, y fue decepcionante.