Uno de los elementos más interesantes que envuelven al mundo del videojuego es su publicidad. Hoy arrancamos una pequeña serie en la que repasaremos las estrategias seguidas por las principales compañías y franquicias para publicitar sus productos.
Empezamos con Nintendo y sus consolas portátiles, que siempre han tenido un fuerte tirón entre los más jóvenes. Para llamar su atención, se optó por los clásicos anuncios con truco. Nos referimos a esos anuncios que, para captarlos del todo, tenemos que pensarlos un rato hasta que, de pronto, se ilumina nuestra cabeza y decimos «¡vaya, qué bueno!»
Fijaos por ejemplo en la imagen que tenéis justo debajo. Se trata de una estampa familiar: se acaba de celebrar la comunión y los niños han sido colocado para la foto. ¿Pero qué pasa con los chicos? ¿Por qué miran hacia abajo?
En esta otra unos piojos están jugando a la consola. La imagen, ya de por sí, es llamativa. Pero cuando nos damos cuenta de qué está anunciando, adquiere aún más sentido: Game Boy Micro, aquella mítica consola minúscula que sacó Nintendo en los años 90. Tan pequeña que incluso los piojos pueden jugar con ella.
Aquí, en cambio, vemos a un chico jugando junto al estanque con su consola. Una estampa bucólica… hasta que nos fijamos en sus pies. Se trata de un anuncio de Game Boy Advance.
Otro anuncio de Game Boy Advance que llamó mucho la atención es el que vemos a continuación, en el que una presidiaria se comunica con su novio y realiza ese movimiento típico de los enamorados encarcelados: apoya la mano en el cristal intentando simular que toca la de su querido. Pero, extrañamente, su querido coloca el pie en el cristal. Se trata de un anuncio que busca capturar el lado extraño de los jugadores. Quiere incidir en el hecho de que jugar a Game Boy Advance será una experiencia por completo nueva.