Hoy es un gran día. Por fin ha llegado a nuestras manos ‘The Witcher 3: Wild Hunt’. Y tras unas horas de juego, ya nos hemos hecho una idea de lo que podemos esperar de este título. En esencia: pinta muy bien.
A continuación, mis primeras impresiones acerca del aspecto técnico y jugable de ‘The Witcher 3: Wild Hunt’, un comentario de los primeros pasos en el juego y algún vídeo ilustrativo.
Tutorial
Nada más empezar el juego, nos topamos con dos vídeos que ya habíamos visto en la campaña de promoción (y eso es algo, ciertamente, criticable, pues rompe la sensación de novedad). El juego empieza con Geralt y con un breve tutorial, que, por supuesto, podemos saltar. Sin embargo, para aquellos que no hayan jugado nunca a la saga, es muy recomendable, pues descubriremos las armas y habilidades de Geralt.
En él, aprenderemos cómo se utiliza la espada de acero -para luchar contra humanos- y la espada de plata -para otra clase de bichos-. Por otro lado, empezaremos a dominar las magias, aquí llamadas señales.
Ya en estos primeros compases comprobamos el increíble nivel gráfico del juego (si jugamos en consola o con un buen ordenador) y la extrema sensibilidad de los mandos (arma de doble filo: muy preciso, tal vez demasiado).
Prólogo
Pasado el tutorial, llegaremos al prólogo, donde conoceremos a Yennefer, la amante de Geralt. Además, entrenaremos a Vesemir y seremos tutores de Ciri, quien desaparecerá abruptamente debido a la Cacería Salvaje. Este es el arranque del juego.
La primera misión consistirá en encontrar a Yennefer a partir de su vestido y su olor. De entrada, la impresión es de dificultad. Si nos alejamos mucho de la misión principal, al principio, podremos encontrarnos en serios problemas para sobrevivir, sobre todo si nos enfrentamos a varios enemigos. Los arqueros tienen una puntería muy afilada, los ghuls son más potentes de lo esperado, y así sucesivamente.
Aumento de nivel, moral, enormidad del mapa
El ritmo de aumento de nivel es lento. Por cada enemigo matado obtendremos poca experiencia, incluso las misiones secundarias que encontraremos en los pueblos nos darán poco volumen de experiencia. Por ejemplo, por una misión secundaria se nos pueden dar 25 de experiencia cuando se necesitan cerca de 1000xp para subir de nivel.
Por otro lado, a medida que avanza la historia, comprobaremos cómo la moralidad es importante: en función de nuestra actividad, podremos convertirnos en buenos o malos brujos.
La primera impresión es que ‘The Witcher 3: Wild Hunt’ es un juego gigantesco. El mapa, tras varias horas de juego, sigue siendo inabarcable. La zona de Huerto Blanco es, por ejemplo, minúscula en comparación con todo el mapa global.
Pero, en conclusión, los primeros compases muestran a una superproducción que ofrece centenares de horas de juego, miles de variantes, objetos, posibilidades, enemigos, etc.
Me ha gustado mucho. Pronto, más detalles.