‘It Girl’ es un juego de rol disponible en Facebook donde tenemos un claro objetivo: ser la chica más estilosa de toda Nueva York. Todo un desafío. Para ello, tendremos que ir de compras y elegir los vestidos más fashion, los complementos más hipster, todo lo que sea necesario –mientras la cartera aguante- para estar divinas y ganar a nuestras rivales.

El avatar permite su personalización. Así, podremos elegir la sombra de ojos o el color de pintalabios hasta lograr una identificación con el personaje o una sublimación de nuestros deseos.

La mecánica del juego se divide en dos apartados bien diferenciados: las compras y los duelos, ambos enmarcados en un contexto urbano por el que podremos deambular con cierta libertad.

Las compras consisten en entrar en tiendas, probarte ropa y complementos y comprarte lo que más te guste dentro de tus posibilidades. Como la vida misma. Incluso existe la posibilidad de encontrar ofertas inesperadas que resaltan en la pantalla al buscar en un perchero donde ninguna otra ha sido capaz de descubrir lo que a ti no se te ha pasado por alto.

Para enfrentarte con una rival en un duelo, basta con clicar sobre ella. En ese momento, una música trepidante acompaña al postureo de nuestro avatar y su antagonista, que se mirarán de arriba abajo mientras unos corazones sobre sus cabezas nos informan del grado de autoestima de cada una.

Las rivales nos la podemos encontrar por la ciudad, mientras paseamos, o en locales concretos a los que podemos asistir para completar una misión. Porque, ‘It Girl‘, como buen RPG, también tiene sus quests, ajustadas, por supuesto, a su contexto narrativo, como por ejemplo: prepararnos para ser la más guapa de la noche.

El apartado sonoro es suave y agradable, con efectos sencillos bien logrados. Pero lo que más destacan son sus gráficos, estilizados a un modo que nos recuerdan los dibujos de Jordi Labanda.

Por último, podríamos hablar del hecho de que el juego se llame ‘It Girl’ y de que en él controles a un avatar delgado como un alfiler con el fin de ir de compras y estar monísima. Podríamos entrar a valorar los aspectos éticos y la responsabilidad que tienen los estudios que suben juegos a Facebook. No obstante, no lo haremos.