Una semana más, seguimos apostando por artículos comparativos entre PS4 y Xbox One gracias al éxito que han cosechado entre vosotros, los lectores. Nuestra intención, al fin y al cabo, es ofrecer una imagen clara de lo que es cada consola y, además, compararlas.
Hoy nos queremos centrar en un aspecto de la maquinaria: la CPU, la GPU y, por último, la RAM de ambas consolas. Vamos a descubrir qué resultados obtiene cada una en la comparación
Queda claro, echando un primer vistazo, que ambas consolas poseen un hardware muy parecido (¿para evitar problemas de competencia?). En años anteriores fue completamente distinto. De manera que tenemos dos consolas muy parecidas que destacan por matices.
En el caso de Xbox One, la consola prescinde de los procesadores Power PC. Tanto Xbox One como PS4 tienen una misma arquitectura: ambas se basan en el fabricante AMD y usan la tecnología Jaguar con pequeñas modificaciones. Ambas CPUs tienen ocho núcleos y ofrecen el mismo rendimiento y poseen la misma RAM.
La diferencia básica radica a la velocidad de frecuencia. Parece ser que los técnicos de Xbox One, en las últimas semanas, han conseguido ofrecer una velocidad de potencia de 1,75 Ghz, algo más que los 1,66 Ghz de PS4. La diferencia es, por lo tanto, de un 10%. Destacable.
Rendimiento medio: Xbox One más potente
Sin embargo, para calcular si ese 10% de diferencia es global, es necesario examinar el rendimiento medio. De entrada, merece la pena mencionar una curiosidad: Jaguar no es la arquitectura de AMD más potente. Es, al contrario, una arquitectura pensada para tablets y portátiles. ¿Por qué? La respuesta se debe a la multitarea, una función necesaria en las consolas de nueva generación.
Puesto que ambas consolas ofrecen servicios que funcionan al mismo tiempo que jugamos, los fabricantes han querido jugar con arquitecturas con experiencia en ese ámbito. Por otro lado, se han añadido procesadores externos independientes que colaborarán con la CPU central. Estamos hablando de los procesadores de audio y la GPU.
Teniendo en cuenta estos factores, Xbox One parece que ofrece un rendimiento medio un 9,3% más elevado que PS4.