Los juegos más aburridos de la historia del videojuego (Parte 2)


Hace una semana iniciamos una serie de artículos dedicados a los juegos más aburridos de la historia. La primera parte llegó cargada de extrañísimos títulos infumables. Nuestro objetivo fue, en primer lugar, haceros pasar un buen rato y, además, advertiros de ciertos títulos que es mejor no jugar nunca si no quieres morir en el intento.

Y hoy llegamos con nuevos juegos para completar esta pequeña serie. Ahí va una nueva remesa de videojuegos aburridos hasta lo insoportable.

‘Pictionary’ (NES): Es cierto que la mayoría de adaptaciones de juegos de mesa al ordenador han sido un fracaso. ¿Por qué? Sencillamente porque es mucho más divertido jugar in-situ y con los amigos que contra el ordenador y vía Internet. ¿Por qué hacer versiones digitales de juegos que tenemos a mano y en tres dimensiones HD? No se sabe. Así es el caso de este juego, en el que ni siquiera se logró realizar una adaptación digna. ‘Pictionary’ es un juego en el que el dibujo es fundamental, pero en el videojuego de NES no era posible dibujar: sublime y absurda contradicción que tuvo como resultado un desastre de juego.


‘Let’s Tap’: Estamos ante un juego de Wii, de modo que es relativamente reciente. En este título se trataba de utilizar nuestras manos dando palmadas sobre la mesa para que el mando de la Wii detectara esas pulsaciones. Así, el juego ofrecía carreras entre diversos usuarios y quién daba palmadas sobre la mesa corría más. Según esta mecánica, se ofrecían varios tipos de mini-juegos. ¿El problema? No sólo que a la larga era tremendamente cansado, sino que muchas veces ni siquiera funcionaban bien los sensores.


‘Desert Bus’ (incluido en ‘Penn & Teller’s Smoke and Mirrors’): Desert Bus era un minijuego incluido en ‘Penn & Teller’s Smoke and Mirrors’, un título para Sega de 1995. El objetivo del minijuego era conducir un autobús a través de Tucson, Arizona, a una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora a lo largo de una carretera que, sorpresa, era absolutamente recta. Para superarlo era necesario jugar 8 horas sin parar y sin realizar ni un solo movimiento. NO es posible realizar pausas, no hay paisaje ni otros coches, nada. Sin duda el juego más aburrido de la historia. Se ha convertido en todo un juego de culto. De hecho, para alcanzar la máxima puntuación en este título era necesario salirse de la carretera y volver a empezar tantas veces que deberíamos estar jugando 41 día seguidos.

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