Dentro de la industria del videojuego ocurren ciertos sucesos como despidos de empleados, denuncias, competencia, abuso de poderes o posición, como en cualquier otra empresa que se precie. El caso que nos ocupa es del estudio Codemasters, desarrolladores de BodyCount, los cuales no sólo han tenido que lidiar con unas ventas un poco flojas e incluso mediocres según en la zona que se mire, sino que además ahora tienen que hacer frente a unas acusaciones no bastante buenas.
Un ex-trabajador de la empresa ha acusado a Codemasters de amenazas constantes y de unas condiciones de trabajo cuanto menos ilegales, así como del cobro de unos recibos a su cuenta corriente por parte de la empresa que no le correspondía. El programador en cuestión denuncia el haber sido objeto de amenazas de despido o de bancarrota por parte de la empresa, aunque no terminan de esclarecerse los hechos al respecto.
La información se ha conocido mediante un famoso portal de internet de información de videojuegos, en el cual el trabajador, llamado Semi Essessi, ha realizado las declaraciones pertinentes para que el público se entere de las condiciones que estaba teniendo mientras trabajaba desarrollando BodyCount.
Según cuenta Semi, las condiciones de trabajo eran completamente ilegales y las amenazas por despido o bancarrota eran constantes, además de que Codemasters no se ha encargado de devolverle el dinero que se le ha sustraído por el cobro de unos recibos.
Según Codemasters, la compañía sigue poniéndose en contacto con Semi con respecto al cobro de los recibos y poder subsanar un error de ámbito puramente administrativo, y con respecto a las condiciones del programador dentro de la empresa aseguran que tratarán este tema con Semi cuanto antes con el fin de esclarecer estas declaraciones.