Cuando la Wii se convirtió en un juguete para amenizar una fiesta pijama y la Nintendo DS en un sudoku con soniditos, muchos aficionados a los videojuegos sentimos alegría porque significaba que, por un lado, el mercado se estaba abriendo y también, visto desde el lado del usuario, que el de los videojuegos dejaba de ser un entretenimiento gregario, propio de los protagonistas de ‘Big Bang Theory’. Todo el mundo podía jugar a los videojuegos, incluso tu abuela, aunque ella lo viviera como ejercicios para mantener la agilidad mental, o tu madre, aunque ella estuviera convencida de que estaba haciendo yoga.
Este ensanchamiento de público ha dado juegos, e incluso géneros, que a los que llevamos jugando desde los tiempos del ‘Pong’ nos escandaliza hasta lo más profundo por lo ñoño y lo insulso que nos resultan. Sin embargo, ahí están, atrayendo jugadores y generando ingresos.
Los smartphones han convertido prácticamente a todo el mundo en portador de una videoconsola. En consecuencia, se están desarrollando multitud de videojuegos que puedan satisfacer a todo el mundo, con el probable riesgo de hacer productos despersonalizados y flojos.
Edmund McMillen, responsable de Team Meat, lo ha escrito elocuentemente en su blog:
Un tema que está de moda estos días es utilizar una técnica muy básica en videojuegos y colgar una ‘zanahoria potenciadora’ enfrente del jugador. El jugador ve la zanahoria y la quiere. Todo lo que hay que hacer es repetir unas acciones muy rudimentarias para obtenerla, y una vez que la obtiene aparece otra y le pide que haga más cosas… Pero ahora, en vez de conseguir esos ‘objetivos’ siguiendo las reglas, puedes simplemente pagar un dólar e inmediatamente consigues tu objetivo. O mejor, paga 10 y desbloquea todos los objetivos sin tener que jugar al juego. No hay palabras para expresar lo jodidamente equivocado y horrible que es esto, para los juegos, los jugadores y la plataforma en general… Esta táctica de negocio es una bofetada en la cara al auténtico diseño de juegos y representa todo lo malo de la escena de juegos móviles y casuales.
En realidad, parece más una pataleta que otra cosa, pero bueno, no deja de ser la opinión de un desarrollador y conocerla siempre es bueno.