Las películas basadas en videojuegos suelen ser penosas. Con la infame ‘Mario Bros’ a la cabeza, seguida muy de cerca por un ‘Hitman’ finolis, es complicado encontrar ejemplos dignos, que hagan honor a la calidad del juego del que surgieron. Con ‘Bioshock’ todo parecía que iba a ser diferente.

El director elegido para el rodaje del filme no era otro que el español Juan Carlos Fresnadillo, que saltó a la fama con ‘Intacto’, una inquietante obra de suspense protagonizada por Eusebio Poncela y Leonardo Sbaraglia, y se confirmó con ’28 semanas después’, una estupenda segunda parte para la mejor película de zombis que nos ha dejado el séptimo arte en los últimos años.

Con estos antecedentes, ‘Bioshock’ tenía toda la pinta de que iba a ser un peliculón: la historia del videojuego es brillante y Fresnadillo, demostrado está, un director solvente, muy eficaz. Sin embargo, las últimas declaraciones de éste han arrojado una triste sombra de duda que encoge las esperanzas de los que ansiábamos ver esa película. Esto ha dicho Fresnadillo:

Para ser sincero, ahora mismo estoy completamente fuera de esto, y trabajando en otras cosas. El proyecto está aparcado y el estudio y la compañía de videojuegos han alcanzado algún tipo de acuerdo sobre el presupuesto y la calificación por edades.

El concepto “calificación por edades” no estremece. Como pretendean hacer de ‘Bioshock’ una película para toda la familia nos van a hundir en la más cenagosa de las miserias. En su día ya dijo Ken Levine que no había una necesidad imperiosa de hacer una película de ‘Bioshock’. Esperemos que antes de hacer una versión almibarada de una historia sórdida y cruel, decida hacerle el harakiri al proyecto y sanseacabó. Siempre nos quedará ‘Bioshock Infinite’, donde tenemos depositadas muchas esperanzas. Pero donde realmente tenemos esperanzas es en que lo que pueda haber revuelto el tema con Fresnadillo desaparezca y ese gran director coja nuevamente las riendas del filme y tengamos para el 2013 una película buena, buena, buena.