Nuestro país no deja de sorprenderme. La industria de los videojuegos no sólo no está bien vista dentro de nuestras fronteras, sino que Alfredo Pérez Rubalcaba, candidato a la presidencia de España, está dispuesto a incluirlos dentro del Plan Nacional sobre Drogas. La verdad es que es el colmo y a uno le dan ganas de cambiar de país para poder sentirse un poco más orgulloso.

El sector de los videojuegos está creciendo y está sirviendo para dar empleo a muchísimas personas. Sin embargo, lejos de potenciarlo el PSOE parece estar dispuesto a desprestigiarlo catalogándolo como peligroso. En la página 90 del programa electoral del partido se puede leer lo siguiente:

Se ampliarán las competencias del Plan Nacional sobre Drogas, a fin de poder abordar el reto de las adicciones sin sustancia (ludopatía, nuevas tecnologías, la red, videojuegos, etc).

Que nadie piensa ahora que estoy tratando de desprestigiar al PSOE por interés propio. No creo en ninguno de los políticos corruptos que nos gobiernan, así que por ahí no van los tiros. Simplemente me echo las manos a la cabeza al ver que los videojuegos nunca van a ser considerados como cultura, como industria. Más bien nos quieren hacer ver todo lo contrario. Desde luego que visto desde ese punto de vista los niños tendrán menos ganas de tener videojuegos y los padres menos predisposición a gastar dinero en ellos. Cualquier día nos revisarán el coche por si llevamos videojuegos en el maletero…