Utilizar videojuegos en las escuelas puede potenciar el aprendizaje, la motivación y la integración de los alumnos en las aulas. Esta ha sido la conclusión de un equipo de psicólogos expertos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Universidad de Alcalá. Los videojuegos fomentan las relaciones entre los niños, haciendo que razonen y dejen de abusar de los mismos.
El Instituto de Enseñanza Secundaria Manuel de Falla de Coslada ha servido para llegar a esta conclusión. Todos los cursos de la ESO y primero de Bachillerato han sido sometidos a unas pruebas que incluían talleres con videojuegos en el currículo de lengua, educación física, música, filosofía y biología. Los resultados no han podido ser más positivos.
Laura Méndez, profesora de Psicología de la Educación de la UNED, ha aclarado que los videojuegos motivan a los alumnos más atrasados, motivan el aprendizaje gracias al lenguaje audiovisual y hace que los jóvenes colaboren más en las tareas.
A pesar de esas bondades citadas, Méndez ha querido remarcar que tras el uso de los videojuegos tiene que esconderse una metodología adecuada para que los resultados sean satisfactorios. El profesor no tiene que convertirse en un colega durante las partidas, tiene que seguir siendo un mentor que ayuda a pensar y razonar.