La piratería es uno de los grandes lastres de la industria del videojuego (aunque, ojo, muchos piensan en ella como en algo positiva, sobre todo para pequeñas desarrolladoras). Desde siempre ha existido y se trabaja para erradicarla introduciendo en los juegos ingeniosos mecanismos de defensa.
A continuación repasamos tres sistemas antipiratería realmente curiosos que han servido (con mayor o menor éxito) para impedir la copia de juegos. Vamos allá.
Sistema de tarjeta en The Secret of Monkey Island
The Secret of Monkey Island es uno de los grandes clásicos de la historia de la aventura gráfica. Para jugarlo había que utilizar una tarjeta circular con dos capas que rotaban y te iban mostrando las claves, como el dial de una radio.
Se nos pedía una combinación y que indicáramos el dígito resultante. Antiguo pero eficaz. Eso sí, muy fácil de vulnerar con una simple fotocopiadora.
Sistemas anticopia demasiado difíciles
Existen sistemas anticopia que, claramente, muestran un exceso de celo y terminan por perjudicar al jugador. Este fue el caso de un método que pasó sin pena ni gloria, Lenslok.
El sistema funcionaba así: una pieza tipo lente debía ser colocada en la pantalla del ordenador y de esta manera podríamos descifrar unos dígitos. Sin embargo, con la calibración de determinados monitores no funcionó nunca, dejando a miles de usuarios en ascuas.
Sistemas anticopia ingeniosos
Recordamos aquí un juego, ‘Operation Flashpoint: Cold War Crisis’, que tenía un sistema anticopia ingenioso. Se trataba de un título de acción bélica, un shooter.
Cuando iniciábamos el juego sin haberlo validado, nada nos impedía entrar en él e iniciar la partida. Sin embargo, una vez estábamos en la partida, el sistema anticopia debilitaba drásticamente nuestras armas y, además, reducía nuestros puntos de vida hasta dejarlos en nada.
Finalmente, se nos decía: si te ha gustado el juego: cómpratelo.